Mucho se habla de la profesión de Coach. Hay quien lo define como una técnica de entrenamiento de la mente o como una nueva fórmula enfocada a ayudar a las personas a conseguir sus objetivos.
Actualmente, en la sociedad en la que vivimos, inmersa en un sin fin de acontecimientos socioeconómicos y culturales tan cambiantes, encontramos un segmento de personas, cada vez más grande, que podríamos catalogar de «mediocres o negativos».
Es decir, ¿Quién no se cruza diariamente a personas despistadas, incapaces de disculparse y nerviosas? Es lo que mi gran profesor de inteligencia emocional, Victor Kuppers, define como «gente que anda por la vida como pollos sin cabeza».
No saben muy bien hacia dónde se dirigen, ni cómo quieren hacerlo, simplemente se mueven porque sí.
Cada vez es más frecuente ver como el entusiasmo se ha perdido, únicamente determinados acontecimientos y la mayoría de las veces deportivos, despierta un ápice de entusiasmo y proactividad en las persones. Y es justo en estos momentos cuando nuestra actitud es más proactiva y somos capaces de solidarizarnos con el resto.
¿Qué es lo que ocurre y cómo puede ser que seamos tan cambiantes? En primer lugar se me ocurre que la diferencia radica en que el deporte o la afición, libera la mente de preocupaciones y genera entusiasmo, y el resto de obligaciones diarias están llenas de responsabilidades impuestas la gran mayoría de las veces.
Por lo tanto, ¿Qué es lo que hace que unas veces seamos brillantes y en otros momentos seamos «mediocres o negativos»?
La mente, los pensamientos, el «cómo» nos enseñaron a ver la vida desde la infancia, la actitud que tomamos para hacer frente a diversas situaciones que vivimos, el lenguaje que utilizamos para hablarnos etc. … es lo que determina esa clasificación.
El hombre por naturaleza es libre de elegir el camino que quiere coger o cómo actuar. Pero ocurre que en muchas ocasiones no somos conscientes de esa elección, ni de cómo la hacemos; ya que crecemos bajo la influencia de nuestro entorno, vivencias, costumbres, cultura, educación etc, siendo ésta una de las características básicas del aprendizaje del ser humano.
Entonces, ¿Cómo podemos invertir esta situación? ¿Cómo puedo tomar conciencia de mi manera de actuar o de enfrentarme y vivir los distintos escenarios que me presenta la vida? Y en concreto aquella que más me preocupa.
Mi trabajo como Coach, consiste en despertar, mostrar a la persona esa toma de consciencia, ese darse cuenta y el sentimiento que le liga y le prohíbe seguir avanzando.
El Coach sirve de espejo de aquella realidad que desea cambiar, para así poder seguir creciendo, avanzando y poder sentirse completo, brillante … pleno.
El Coaching es una forma de trabajar a través de la cual el Coach acompaña a la persona para que consiga tomar consciencia de si mismo a tres niveles:
Y desde ahí me permito ser lo que elijo ser en cada momento de mi vida.
Si este artículo resonó en ti.
En Barcelona, Coaching Valiente es tu mejor opción para integrar que tú eres el arquitecto de tu propia vida. Aprende a potenciar tu Liderazgo a través de nuestra metodología «Learning by doing».